Ésa fue la frase que más llamó mi atención durante una búsqueda en el Internet de la palabra “negocea”; la colocó alguien con el pseudónimo “trompeta performance” en www.carrito.net. La próxima fue, ya con otra conjugación: “negoceo tres old English bulldogs por chihuahuas”. Y es que en Puerto Rico se “negocean” miles de cosas –carros, perros, casas, cuestiones interpersonales–, tanto en la lengua oral como en la escrita. Pero no solo las “negoceamos”, sino que también las “financeamos”.
Últimamente, parecería que los hablantes puertorriqueños estamos sufriendo una recaída a una condición que ya habíamos superado (o, al menos, eso creía yo). Me refiero a la confusión entre “vídeo” y “video”.
Los videos llegaron masivamente a Puerto Rico en los años ochenta, y con ellos, la palabra, que en nuestra Isla puede designar cuatro cosas: (1) el sistema de grabar imágenes en una cinta magnética, (2) la grabación o cinta en sí, (3) el aparato que graba y reproduce y (4) el sitio donde se alquilan películas.
Consideren las siguientes oraciones, tomadas de la lengua oral de Puerto Rico:
(1) La muchacha QUE me reuniré hoy se llama María.
(2) La película QUE te hablé ya está en el cine.
Compárenlas con éstas:
(1) La muchacha CON LA QUE me reuniré hoy se llama María.
(2) La película DE LA QUE te hablé ya está en el cine.
¿Cuáles suenan mejor? Espero que las segundas. Veamos por qué.
Una de las cosas más divertidas y problemáticas de ser bilingüe en español e inglés son los llamados “falsos amigos”. Se trata de pares de palabras como “asistir”-“assist”, “billón”-“billion”, “compromiso”-“compromise”, “éxito”-“exit” y “embarazar”-“embarrass”.
Nunca está de más explorar la etimología de las palabras, especialmente las palabras omnipresentes en nuestra vida cuyos significados tomamos por sentado. A veces los orígenes de las palabras resultan aleccionadores… y no sólo lingüísticamente.
Hoy trataremos las palabras “político”, “idiota” y “candidato”, todas de reveladoras etimologías.