narcolegislador, ra. Legislador asociado con narcotraficantes para generar intercambios de mutuo beneficio.
escoltitis. Enfermedad de difícil cura padecida por ex gobernantes de Puerto Rico, que se caracteriza por la compulsión de mantener choferes, acompañantes y otra servidumbre, pagados con fondos públicos. También la férrea convicción de que este trato especial es justamente merecido y de que así lo demostrarán los tribunales.
natatórium. (Del latín natātōrium, lugar para nadar, con toda probabilidad a través del inglés natatorium). Piscina, usualmente ubicada en interiores, donde el natātor practica la natātio; puede complementarse con un gymnasĭum y una palæstra. Nota de uso: esta palabra de difícil pronunciación en español, que obvia alternativas como natatorio o piscina, deberá llevar acento gráfico, acorde con las normas de acentuación de nuestro idioma.
Desde hace algún tiempo, se viene extendiendo el llamado lenguaje inclusivo o no sexista. Me refiero a construcciones como “los/las estudiantes”, “los(as) profesores(as)”, “los niños y las niñas” y otras variantes, incluida la popular fórmula con el símbolo de arroba: l@s compañer@s.
La pregunta es recurrente: ¿cómo se dice: “imprimido” o “impreso”? La misma contestación aplica a tres verbos: “imprimir”, “proveer” y “freír”. Éstos son los únicos verbos en el español actual que tienen dos participios, uno regular y uno irregular: “imprimido” e “impreso”, “proveído” y “provisto”, y “freído” y “frito”, respectivamente. Según el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), los dos participios pueden usarse para formar tiempos compuestos: “hemos imprimido / hemos impreso veinte copias”, “ habían proveído / habían provisto todo lo necesario” y “he freído / he frito tres empanadillas”. Sin embargo, en cada caso existe una preferencia por una forma u otra. Veamos.
Si se han acercado a las salas de diálogo del Internet (“chat rooms”), al correo electrónico inmediato o a los mensajes de texto por teléfono celular, habrán presenciado una nueva forma de comunicación. La revolución informática está generando entre sus usuarios –principalmente los jóvenes– una nueva manera de escribir, de leer y, según algunos, de pensar.
La palabra “testis”, que en latín significaba ‘testigo’, ha dejado en el español interesantes descendientes. Tal vez nos sorprenda descubrir el parentesco entre algunos de ellos.
“Testis” se refería a un tercero que estaba al margen de un acuerdo entre dos personas, y que actuaba como observador imparcial. La tarea principal del “testis” o testigo era asegurar la legitimidad de un “ testamento”. El “testamento”, a su vez, era la voluntad que expresaba una persona, ante testigos, para después de su muerte. Palabras relacionadas a “testamento” son: “testar”, “testador”, “testamentario”.