Testis

La palabra “testis”, que en latín significaba ‘testigo’, ha dejado en el español interesantes descendientes.  Tal vez nos sorprenda descubrir el parentesco entre algunos de ellos.

Testis” se refería a un tercero que estaba al margen de un acuerdo entre dos personas, y que actuaba como observador imparcial.  La tarea principal del “testis” o testigo era asegurar la legitimidad de un “ testamento”.  El “testamento”, a su vez, era la voluntad que expresaba una persona, ante testigos, para después de su muerte. Palabras relacionadas a “testamento” son: “testar”, “testador”, “testamentario”.

El testigo puede “atestiguar” y “testificar”.  Etimológicamente estas dos palabras son casi sinónimas.  El diccionario así lo refleja, al definir a ambas como ‘deponer como testigo’, pero “testificar” ocurre en actos oficiales o judiciales, mientras que “atestiguar” puede ocurrir en cualquier contexto.  En los dos casos, el testigo da su “testimonio”, otra palabra relacionada, de la que se derivan “ testimoniar”  y “ testimonial”.

Otros verbos en español que están derivados de “testis” son: “contestar”, “detestar” y “protestar”.  “Contestar”, que hoy quiere decir ‘ responder’, en latín significaba ‘empezar una disputa invocando testigos’.  “Detestar”, que actualmente significa ‘aborrecer’, en latín quería decir ‘condenar a alguien o algo, tomando a los dioses por testigos’.  Y “protestar”, que hoy asociamos con ‘expresar descontento o inconformidad’, significaba inicialmente ‘declarar en voz alta, afirmar’.

De “testis” o testigo, se formó en latín el diminutivo “testiculus” o ‘pequeño testigo’.  Y “testiculus” nos dio, a través del tiempo, “testículo”.  El testículo es el testigo que atestigua o da testimonio de la virilidad del hombre.  Ya habrán hecho esta conexión los que sabían que en inglés se usan ambas formas –“testis”  y “testicle”– para nombrar el testículo.

De hecho, la acepción número nueve de la palabra “testigo” en el Diccionario de la Real Academia (2001) es “testículo”.  Por lo tanto, podemos hablar de los testículos como testigos, pero yo no recomendaría el uso en la otra dirección (Abogados y fiscales: ¡no comiencen a llamar a los testículos al estrado!). 

Una disparidad interesante entre el español y el inglés es que, aunque ambas lenguas comparten las formas cognadas “testículo”- “testicle”, solo el español tiene “testigo”, mientras que el inglés usa “witness”, con una etimología completamente distinta.

Si seguimos por esas vías, llegamos a la palabra “testosterona”, acuñada en francés, como acrónimo de testículo + esterol + hormona.  Dejémoslo ahí,   

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