Colocaciones o combinaciones frecuentes de palabras

¿Sabían que al hablar a veces no somos completamente libres? Sí, a menudo combinamos ciertas palabras con otras sin decidirlo deliberadamente. Aunque podríamos combinarlas con otras posibilidades, elegimos una palabra con mayor frecuencia que las demás.

Por ejemplo, ¿quién resiste las ganas de decir que un gran éxito es un éxito rotundo, que un no definitivo es no rotundo y que dos cosas completamente opuestas están opuestas diametralmente? Estas combinaciones resultan particularmente atractivas al hablante, quien las prefiere ante otras combinaciones posibles y sinónimas que ofrece la lengua. Compárense éxito rotundo, no rotundo y opuestas diametralmente con gran éxito, no definitivo y completamente opuestas, y admitiremos que los componentes del primer grupo resultan más magnéticos entre sí que los del segundo grupo.

Este fenómeno se conoce como “colocaciones” o “combinaciones frecuentes”, aunque estos términos no están libres de polémica entre los lingüistas. En el sistema de la lengua, las colocaciones son combinaciones libres de palabras formadas según las reglas del idioma. Pero en el uso que dan los hablantes al idioma, estas combinaciones de palabras han adquirido un grado de fijación notable. O sea: aunque podemos decir -y, de hecho, decimos- gran éxito o éxito tremendo, la combinación éxito rotundo tiene mayor frecuencia que las otras alternativas.

En muestras representativas de los noticieros televisados del país (canales 2, 4 y 11), recogidas por el Programa Graduado de Lingüística de la U.P.R., encontramos bastantes ejemplos de colocaciones. Los que hemos visto arriba provienen de esas muestras, y tienen el patrón sintáctico de sustantivo + adjetivo o adjetivo + sustantivo, uno de los más productivos. Otros ejemplos de este patrón son: abierta violación, feroz batalla, fiel creyente, gran honor, silencio hermético, mera coincidencia, tragedia lamentable y voraz incendio.

En estos casos, y en los anteriores, algunos de los adjetivos sencillamente recalcan la esencia semántica del sustantivo. Como consecuencia, algunas combinaciones, como diametralmente opuesto, fiel creyente y tragedia lamentable, resultan algo redundantes. En otros casos, los adjetivos magnifican a un aspecto esencial del sustantivo, por ejemplo: feroz batalla, silencio hermético, gran honor y voraz incendio.

Si están pensando que estas combinaciones tienen algo de cliché, tienen razón en cuanto que son frases muy repetidas. Las reconocemos y las usamos porque las hemos escuchado mil veces (en estos casos, de fuentes tan respetadas e imitadas como los noticieros de televisión). Por otro lado, el conocerlas denota dominio nativo del idioma en una comunidad de habla. Es conocimiento que no se desprende de los diccionarios ni del estudio de una segunda lengua (en la mayoría de los casos). Se adquiere siendo parte de la comunidad de habla; de ahí el valor de recoger estas frases para dar un empuje adicional a los estudios de segunda lengua y para labores como la traducción.

En lenguas como el inglés, las colocaciones o combinaciones frecuentes de palabras se vienen estudiando hace bastante tiempo. De hecho, desde el 1984 el inglés cuenta con un interesante y utilísimo diccionario de combinatoria léxica: The BBI Dictionary of English Combinations (Philadelphia: John Benjamins Publishing Co.). Ahí nos enteramos que feroz batalla en inglés es fierce battle, que fiel creyente puede ser ardent, strong o true believer, y que tragedia lamentable parecer ser sencillamente great tragedy.

En el 2004 el español dio un gran salto adelante en el campo de la combinatoria léxica, con la publicación de Redes- Diccionario combinatorio del español contemporáneo, por Ignacio Bosque (Madrid: Ediciones SM). Este diccionario se basa en enormes corpus del español internacional para establecer las múltiples combinaciones que puede tener una palabra en el uso cotidiano y dar ejemplos claros; así, bajo batalla encontramos adjetivos como campal, atroz, encarnizada, épica, sangrienta y frases como sin cuartel, sin tregua y a muerte. Es un diccionario inusual, pues no ofrece definiciones y a veces el material nos parece obvio; pero como señala el autor en su Presentación: “el estudio de lo común es a la vez el estudio de lo propio, y por lo mismo nos resulta difícil y escurridizo”.

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