"Por la maceta"

muchos pilones-edit-6

Un querido amigo me insiste hace tiempo que investigue la frase “por la maceta”. Ciertas preguntas le quitan el sueño: ¿De dónde sale la frase? ¿Cómo adquiere su significado? ¿A qué maceta se refiere?  Como ya estamos en época de regalos y de jolgorios “bien por la maceta”, quiero obsequiarle algunas respuestas.

En Puerto Rico, “maceta” tiene varios usos particulares. Malaret recoge tres sentidos en su diccionario de 1937: ‘persona miserable, tacaña, avara’, ‘pieza de madera para machacar en el pilón’ y ‘macana o garrote’. En 1971, Acevedo D’Auria documenta “maceta con el sentido de ‘miembro viril’, por metáfora bastante obvia.

La frase “por la maceta” se usa en Puerto Rico y República Dominicana con el sentido de ‘estupendo, bien hecho’, según diccionarios publicados en 2000 y 2005. Pero ¿cuándo surge? Sabemos que la canción  “El jolgorio” (cuyo coro dice: “El jolgorio está / bien por la maceta / vamos a gozar / wepa wepa wepa”) es de Alfonso Vélez y que El Gran Combo la convierte en un clásico parrandero en su disco “Los sorullos” de 1973. Ese mismo año Ismael Rivera saca el álbum “Vengo por la maceta”, cuya carátula presenta un pilón y su maceta, y seis granos de pimienta con la cara del cantante. En 1975, Rey Roig, un músico cubano radicado en Nueva York, lanza el disco “Por la maceta”. Este panorama sugiere que la frase estaba ya afianzada en la calle, pero que aún resultaba lo suficientemente fresca y expresiva para que estos salseros la usaran como títulos de sus discos. Por otro lado, el figurar en estas canciones probablemente impulsó la frase a un uso más general en Puerto Rico.  

Vamos ahora un poco más atrás, a las palabras de donde deriva “maceta”.  El diccionario de Nebrija de 1495 (el primero del español) incluye las palabras “maça” y “maço”, que luego serán “maza” y “mazo”. Desde temprano, “maza” nombra instrumentos hechos de una pieza de madera dura. Por ejemplo: un arma de madera con cabeza gruesa, como la porra o garrote; un instrumento para machacar cosas (como nuestra “maceta”, diminutivo de “maza”); y una pieza de madera en los martillos mecanizados para golpear los pilotes.  El “mazo”, por su parte, es un ‘martillo de madera’, que se usa con el cincel. “Mazo” también significa ‘manojo’ (“un mazo de flores, de cintas, de cabello”); puede que el sentido de “maceta” como ‘tiesto’ venga de la asociación con el mazo de plantas sembrado allí.

Aunque ya no hablemos tanto de la maceta como arma, quedan derivados como “macetear”, que puede ser ‘caerle a palos a alguien’ o ‘forzar un resultado, chapucearlo’. El “macetazo” es el golpe propinado por alguien con algo duro, o el que uno mismo se da. De paso, la noción de ser 'duro’, tan presente en el mazo, maza y maceta, puede haber dado pie al sentido de ‘avaro’ de “maceta”.   

Quedan dos preguntas sobre las cuales solo puedo especular: ¿por qué la construcción con “por”? ¿Tal vez por influencia de frases como “por el libro” (del inglés “by the book”), que establecen un nivel de comparación? Si la cosa está por el libro, se siguieron las instrucciones; si está por la maceta (o “by the macet”, como se decía jocosamente), entonces es sólida, fuerte y bien hecha. 

Y la otra: ¿hay doble sentido en el origen de “por la maceta”?  Chistes como “esa corbata te queda por la maceta” evidencian que la frase admite dos lecturas. Consulté a personas del mundo musical, y a jóvenes de la época, y las opiniones están divididas: algunos (como el mismo Alfonso Vélez) dicen que no, de ningún modo; pero otros dicen que sí, que era jerga juvenil machista y falocéntrica antes de ser canción. Los hombres parecen estar más conscientes del doble sentido que las mujeres; los más jóvenes –de ambos sexos– no necesariamente lo habían considerado.  Así que el doble sentido parece estar y no estar, desde el comienzo de uso de la frase.

A mi querido amigo que hizo la consulta: esta es lengua popular, y está más en la gente que en los libros, así que hay que seguir preguntando. Entretanto, a ti y a todos, que tengan un jolgorio bien por la maceta...y también por el pilón.   

Suscríbete a Vale decir, el blog del idioma



Busca una columna

Búscame en las redes sociales

FacebookTwitterLinkedin